Así quedó demostrado luego de la visita técnica
realizada en días pasados por instructores de la especialidad Ambiental y de
turismo del Centro Atención Sector Agropecuario.
El
parque natural Paraíso de Consotá se encuentra en la vereda Laguneta de
Pereira, en la vía a Armenia y tiene una extensión de 200 hectáreas en bosque
nativo y secundario, pues existe una ‘trocha’ o camino de herradura que comunica
con el corregimiento La Bella, el municipio de Santa Rosa y el departamento del
Quindío.
Según explicó Noel Montenegro Sierra, uno de los finqueros del sector, son 6 propietarios de predios comprometidos con la conservación de la reserva natural y la idea es que la Carder lo declare Parque Natural para integrarlo con el parque Barbas Bremen y así protegerlo ante quienes pretendan intervenirlo. ‘Mi interés es hacer de este lugar una zona de conservación y de aprovechamiento para el turismo sostenible’ señaló.
En tal sentido, los instructores del SENA de la especialidad ambiental Clemencia Aguirre,
Claudia Almanya, Germán Andrés Sánchez,
Juan Carlos Toro y Carolina Saldarriaga, convocados por la instructora de la
especialidad Turismo Liliana Buriticá Calderón, acordaron trabajar con el
modelo de inter-especialidades, es decir, con aprendices de programas de
formación de ambiente y de turismo, tratándose de un espacio factible para el
desarrollo de proyectos formativos y que pueden derivar posteriormente en
proyectos productivos, a través de talleres, trabajos de investigación o de
estudios de caso.
Para
la instructora Liliana Buriticá Calderón ‘este
parque natural posee fortalezas y
oportunidades como los senderos de observación
e interpretación de la fauna y flora con
recorridos que pueden ser de 3
horas o más, de acuerdo a las características
e intereses de los usuarios; alojamiento
rural, las cristalinas aguas del Consotá, zona de bosques, sitios estratégicos
para la adecuación de miradores que pueden ser construidos en guadua, y muchas
otras posibilidades observadas, bajo parámetros de respeto por el entorno
natural y cultural’.
‘Aquí
pueden acampar grupos hasta de 40 personas, hay banco de semillas, plantas
aromáticas, finca ejemplo de soberanía alimentaria, riqueza de fauna y flora;
se pueden recorrer los senderos, hay un mirador natural hacia Pereira y una
peña que sostiene una montaña’ expresó entusiasmado Noel Montenegro Sierra.
Para
el SENA, el encadenamiento de servicios turísticos y ambientales, la aplicación
de un turismo sostenible necesario para lograr el desarrollo bajo parámetros de
respeto por el entorno natural y cultural es posible plasmarlos en el sector.
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